El pasado miércoles 21 de octubre tuvimos un día agradable de otoño. La lluvia caída en días anteriores había limpiado la atmósfera dejando una luz diáfana y transparente. En la biblioteca del IES Jorge Guillén pudimos ver caer la tarde paso a paso, mientras las bellas palabras de poetas malagueños nos acariciaban. Entre libros, entre amigos y entre matices de un color anaranjado que tamizaba esa luz a través de nuestras persianas, se fue haciendo de noche y entonces unas velas encendidas en lugares estratégicos incrementaron la magia del lugar y del momento creado gracias a la calurosa compañía de los asistentes.
Disfrutamos de la compañía de tres poetas.
Daniel Díaz Godoy, nuestro querido ex-alumno, inquieto por naturaleza y amante de la cultura en todas sus facetas, leyó unos poemas muy bonitos en los que pudimos vislumbrar un futuro prometedor en este campo.
Jesús Baena Criado, el más joven, premiado ya por sus poemas, derrochó sensibilidad al leer unos poemas intensos, de una profundidad filosófica propia de un alma mucho más adulta que el físico al que acompaña.
Por último, porque lo mejor se reserva para el final, leyó él, José Infante Martos. Nos dejó boquiabiertos, maravillados.
Supo transmitir sus sentimientos plasmados en bellos poemas que mezclaban las emociones más intensas con el lenguaje más preciso y sencillo. Una voz dulce y pausada en un ritmo lento y exento de estridencias. Una voz baja, acorde con un cuerpo menudo y una mirada de hombre sencillo que encara la genialidad sin aspavientos y es por eso que transmite tanta paz, invitándonos a mirar siempre hacia adelante sin dejar de ver dentro de nosotros mismos.
Dialogamos, hicimos fotos y, entre palabras de agradecimiento, cafés y copas, rematamos una tarde que quedará grabada en la memoria de la biblioteca Remigio J. Aguayo.
Dejo aquí este reportaje de fotos para compartir este momento con quienes quisieron y no pudieron venir.
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