CUADRO DE BÚSQUEDA

viernes, 21 de enero de 2011

30 ENERO: DÍA MUNDIAL POR LA PAZ



Es domingo el día de la Paz, pero nosotros conmemoraremos, no obstante, ese día, y lo haremos celebrando nuestra ya tradicional carrera solidaria. Este año recaudamos dinero por Haití.
El viernes 28 de enero dedicaremos las dos últimas horas de clase a recorrer la distancia que separa a nuestro centro de la explanada junto al río que hay al llegar al Faro de Torrox. Caminaremos hasta llegar a la rotonda, y, una vez en el camino que sale del puente de Torrox-Park, comenzaremos la carrera. Nuestros alumnos han buscado patrocinadores que le aporten una cantidad por este recorrido. De este modo recogeremos una importante cantidad de dinero que enviaremos a Haití a través de la ONG "Save the childrens".
El lunes 31 participaremos en un acto organizado por el CMIM para presentar los trabajos realizados por nuestros alumnos y alumnas de 3º ESO sobre los Derechos Humanos. Esto tendrá lugar en el Salón de Usos Múltiples del Edificio de Torrox-Costa. Allí se les hará entrega de un obsequio por el hecho de participar y se premiarán los mejores trabajos.

Desde la Biblioteca, os dejo este texto que, desde mi punto de vista, contiene una bonita y profunda reflexión sobre los valores que promueven la paz.
"La paz es un árbol que crece lentamente. Precisamos, al igual que el cedro, aspirar aún mucha rocalla para fundarle una unidad...
Construir la paz es construir el establo lo suficientemente grande como para que el rebaño entero pueda dormir allí. Es construir el palacio suficientemente amplio como para que todos los hombres puedan reunirse en él sin abandonar nada de sus equipajes. No se trata de amputarlos para tenerlos allí. Construir la paz es obtener de Dios que preste su manto de pastor para recibir a los hombres con toda la dimensión de sus deseos. Así pasa con la madre que ama a sus hijos. Y aquél es tímido y tierno; y éste ardiente y vivo. Y el otro puede ser jorobado, enclenque e incapacitado. Pero todos, en su diversidad, conmueven su corazón. Y, todos, en la diversidad de su amor, sirven a su gloria.
Pero la paz es un árbol que crece lentamente. Hace falta más luz de la que tengo. Y nada es aún evidente. Y escojo y rehúso. Sería demasiado fácil hacer la paz si fueran ya semejantes".
Antoine de Saint-Exupéry, Ciudadela

jueves, 20 de enero de 2011

BLAS INFANTE


 

 

 

 

 

 

Blas Infante Pérez de Vargas

      Nació en Casares un  municipio de la provincia de Málaga (España), el 5 de julio de 1.885.,  fue un político español, considerado oficialmente como el "Padre de la Patria andaluza" , por ser el máximo ideólogo del andalucismo federalista o regionalismo andaluz.
          El 13 de abril 1983 el Parlamento de Andalucía aprueba por unanimidad el Preámbulo del Estatuto de Autonomía para Andalucía, que reconoce a Blas Infante "como Padre de la Patria Andaluza e ilustre precursor de la lucha por la consecución del Estatu
to de Autonomía para Andalucía".
     En el 2001 la Fundación Centro de Estudios Andaluces de la Junta de Andalucía, adquirió la casa de Blas Infante en Coria del Río para convertirla en casa-museo como patrimonio histórico y cultural andaluz. Y es homenajeado todos los años en la conmemoración del Día de Andalucía los días 28 de febrero.
Este curso recordamos a este personaje histórico. Para saber más sobre él, puedes visitar esta página

Para poder hacer actividades sobre este personaje histórico, puedes pinchar en este enlace

martes, 11 de enero de 2011

ELOGIO A LA LECTURA

Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo. Medio pan y un libro
 

Medio pan y un libro. 

Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz

domingo, 2 de enero de 2011

LA METAMORFOSIS, DE F. KAFKA


   La metamorfosis es, probablemente, uno de los libros más famosos de Franz Kafka. Fue publicada en octubre del año 1915 en la revista Die weissen Blätter, dirigida por René Schickele, en la editorial Kurt Wolff de Leipzig y se perfila, junto a El proceso, como una de las piezas clave en el conjunto de la obra del autor. Poco tiempo después, en noviembre, la misma editorial decidió publicarla como libro independiente dentro de su colección "Der Jüngste Tag".
   Se trata de una novela que nos relata la vida de un ser humano convertido en un insecto y .... (para seguir leyendo, pincha aquí)

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sábado, 1 de enero de 2011

UNA ANÉCDOTA SOBRE KAFKA

Aquí os dejo un texto que nos envía nuestro querido compañero y amigo Francisco. Sencillamente precioso.

La amistad adquirida en torno a los libros nos ha permitido compartir muchas vidas juntos y nos ha hecho sacar a relucir nuestros sentimientos y vivencias que nos identifican con la vida o historia de los personajes, bajo el prisma de nuestra experiencia y formación.
Os deseo que el AÑO NUEVO nos permita crecer más como personas y amigos, compartiendo muchas lecturas.
Así que os obsequio con un relato del autor que estamos leyendo para que no tengáis una visión tan negativa o pesimista de él.
La historia de la muñeca...

   Kafka llega a Berlín en el otoño de 1923 y muere la primavera siguiente, pero esos últimos meses son probablemente lo más felices de su vida. A pesar de su deteriorada salud. A pesar de las condiciones sociales de Berlín: escasez de alimentos, disturbios políticos, la peor inflación en la historia de Alemania. Pese a ser plenamente consciente de que tiene los días contados...
   Todas las tardes, Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de las veces, Dora (su mujer) lo acompaña. Un día, se encuentra con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. "Tu muñeca ha salido de viaje", le dice. "¿Y tú cómo lo sabes?", le pregunta al niña. "Porque me ha escrito una carta", responde Kafka. La niña parece recelosa. "¿Tienes ahí la carta?", pregutna ella. "No, lo siente", dice él, "me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo". Es tan persuasivo, que la niña ya no sabe qué pensar. ¿Es posible que ese hombre misterioso esté diciendo la verdad?
   Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta. Se sienta frente al escritorio y Dora, que ve cómo se concentra en la tarea, observa la misma gravedad y decisión que cuando compone su propia obra. No es cuestión de defraudar a la niña. La situación requiere un verdadero trabajo literario, y está resuelto a hacerlo como es debido. Si se le ocurre una mentira bonita y convincente, podrá sustituir la muñeca perdida por una realidad diferente; falsa, quizá, pero verdadera en cierto modo y verosímil según las leyes de la ficción.
   Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se al lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires, y por tanto deben separarse durante una temporada. La muñeca promete entonces a la niña que le escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus actividades.
   Ahí es donde la historia empieza a llegarme al alma. Ya es increíble que Kafka se tomara la molestia de escribir aquella primera carta, pero ahora se compromete a escribir otra cada día, única y exclusivamente para consolar a la niña, que resulta ser una completa desconocida para él, una criatura que se encuentra casualmente una tarde en el parque. ¿Qué clase de persona hace una cosa así? Y cumple su prometido durante tres semanas. TRES SEMANAS. Uno de los escritores más geniales que ha existido jamás sacrificando su tiempo (que va menguando cada vez más) para redactar cartyas imaginarias de una muñeca perdida...
   A lo largo de 3 semanas Kafka fue diariamente al parque a leer otra carta a la niña. La muñeca crece, va al colegio, conoce a otra gente. Sigue dando a la niña garantías de su afecto, pero apunta determinadas complicaciones que han surgido en su vida y ahcen imposible su vuelta a casa. Poco a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la muñeca desaparezca de su vida por siempre jamás. Procura encontrar un final satisfactorio, pues teme que, si no lo consigue, el hechizo se rompa. Tras explorar diversas posibilidades, finalmente se decide a casar a la muñeca. Describe al joven del que se enamora, la fiesta de pedida, la boda en el campo, incluso la casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la última línea, la muñeca se despide de su antigua y querida amiga.
   Para entonces, claro está, la niña ya no echa de menos a su muñeca. Kafka le ha dado otra cosa a cambio, y cuando concluyen esas tres semanas, las cartas la han aliviado de su desgracia. La niña tiene la historia, y cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar en un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen.
PORQUE ESTE AÑO QUE EMPIEZA ESTÉ LLENO DE HISTORIAS Y, SOBRE TODO, DE GENTE DISPUESTA A ESCRIBIRLAS PARA VOSOTROS.
Con mucho cariño, Fco. José García