Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Bueno, y aquí quedan retratados los cupidos que este año se han ocupado de repartir nuestras cartas de amor...
san valentin |
No sabemos muy bien si los disfraces de este año eran de Cupido o del as de corazones...
ResponderEliminarPero se lo han pasado igual de bien que todos los años y es un placer verlos organizar tan bien las actividades que les interesan y, especialmente, verlos sonreir.
Extraescolares volvió a colaborar con los chavales enviando un mensaje a todos los compañeros del Centro. Este año el mensaje fue extraido de un texto de Goethe, con motivo de nuestro trabajo sobre el siglo XVIII y decía así:
"La alegría y el amor son dos alas para las grandes acciones".