El pasado miércoles 5 de noviembre, tuvo lugar en la biblioteca del IES Jorge Guillén la primera tertulia literaria de este curso. Con ella inauguramos la nueva biblioteca y el programa de actividades que este curso vamos a desarrollar en ella.
La tarde, una agradable tarde otoñal, con un sol débil que se resistía a dejar de calentar, nos reunió a ocho vecinos de la localidad que compartimos el placer de la lectura. Pasamos un rato estupendo en el que no faltaron las risas, las reflexiones profundas, las bromas, las confidencias, las flores, los dulces y algún que otro café o infusión. Una auténtica tertulia de amigos.
Dejo aquí este resumen en el que intento sintetizar las opiniones de todos los que participamos en esta experiencia.
ROSA CÁNDIDA, de Audur Ava
Olafsdottir.
La rosa de ocho pétalos,
también llamada rosa polar, es la figura que describe el péndulo de Foucault
para demostrar la rotación de la tierra. También en la Divina Comedia de Dante
aparece el nombre de Cándida Rosa, para referirse a un lugar del paraíso. ¿Qué
tiene esto que ver con la novela que nos ocupa? Todo o, tal vez, nada, porque
la novela de Olafsdottir es una novela con muchos niveles de lectura. A unos
puede parecer un cuento de niños, sin mucho fundamento, ni trascendencia; otros,
pueden considerarla una profunda novela filosófica. De hecho, me consta que en
algún instituto de secundaria la han recomendado como lectura obligatoria.
Rosa cándida es, en
apariencia, una novela de viajes, que describe el recorrido que hace un joven
de 22 años para llegar a un jardín en el que cultivar un ejemplar de rosa que
su madre recientemente fallecida le ha dejado en herencia. Pero no se trata
solo de un viaje en sentido geográfico sino, sobre todo, de un viaje iniciático para
encontrarse a sí mismo y en búsqueda de la felicidad que se identifica con ese jardín
en un lugar indeterminado que cada lector asimila a su paraíso personal.
Es una novela sensual, es un
homenaje al mundo sensible. Recrea olores, sabores, texturas, vistas, sonidos. Es
un libro que te hace sentir lo que la autora describe como si lo estuvieras
percibiendo. Es una historia de amor que empieza por lo sensible antes de
trascender a la intelectualidad. Y creo que de esta forma la autora está enseñándonos a romper moldes. Nos rompe
los moldes de la masculinidad creando un tipo de hombre nuevo, sensible, tierno
y no por ello menos viril. Nos describe una relación que empieza por la
concepción fortuita de un hijo y continúa por un acercamiento más íntimo entre
la pareja que es capaz de comunicarse en un lenguaje sin palabras. Y es que el
lenguaje, esos lenguajes minoritarios y alternativos tienen un reconocido
espacio en la novela.
Personajes secundarios
simbólicos, como esa actriz que comparte viaje con el protagonista
y que es la receptora de las confesiones más íntimas del protagonista. Personajes
que representan esos encuentros casuales que todos hemos tenido alguna vez, que comparten intensamente momentos de nuestra existencia , para luego
desaparecer de ella.
Rosa cándida contiene también
elementos autobiográficos. La autora ha querido reflejar en sus personajes esa
inestabilidad islandesa que define un país y el carácter de sus habitantes. En la
novela está también presente la religión. Tiene un tono místico, casi mágico,
que acompaña la lectura y que se acentúa en la descripción de algunos
personajes como la propia Flora Sol.
Hay una concepción optimista
del ser humano que se extrae de las situaciones que vive el protagonista, en un
lugar donde todos están dispuestos a ayudar, donde todos pueden confiar en
todos y donde la maldad es casi inexistente.
Hay momentos prodigiosos en
los que la autora con pocas, certeras y precisas palabras consigue transmitir
el horror de un accidente. Y, sin embargo, otros en los que se detiene en
descripciones que pueden parecer ñoñas o, cuando menos, innecesarias.
En fin, rosa cándida ha sido
una lectura que nos ha dado para hablar durante unas dos horas y poder extraer
las conclusiones que aquí aporto.
Tertulia del IES Jorge Guillén